El vocablo teología significa “el estudio acerca de Dios”. Dicho término tiene dos significados. El primero de ellos podría llamarse “reducido”, “específico”, o “concreto”. En ese ámbito, teología significa “el estudio de Dios aparte de sus obras”. En ese sentido, la teología contesta las preguntas: ¿quién es Dios? y ¿cómo es Dios? A ese enfoque se le llama teología propia. La teología propia, por lo tanto, comienza con el estudio de la doctrina de la Trinidad. Esa doctrina enseña de manera concreta que Dios es una sola y única esencia o sustancia eterna. Dios es una realidad eterna que consiste de Tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las tres personas son coiguales, consustanciales y coeternas. Es importante entender que no es lo mismo sustancia que persona. Dios es uno en sustancia pero tres en personas.
Todo cristiano debe entender esa verdad. Todo cristiano debe saber quién es Dios y cómo es Dios. Ese conocimiento se adquiere mediante un estudio constante y sistemático de las Sagradas Escrituras. Mediante la naturaleza aprendemos que Dios existe y que es sabio. Las Sagradas Escrituras nos enseñan que Él posee cualidades o características perfectas tales como amor, justicia, santidad y muchas otras. Todo cristiano debe saber cómo es Dios y quién es Dios. Eso lo aprende mediante el estudio sistemático de la Biblia. Afortunadamente, la Palabra de Dios está prácticamente al alcance de la gran mayoría de los seres humanos. Hoy día, el hombre no tiene excusa para no leer la Biblia.
El vocablo teología tiene un segundo significado. El primer significado descrito anteriormente es el específico, el concreto, limitado o particular. Se refiere solo a Dios, quién y cómo es Él. Todo cristiano, sin excepción, tiene la sagrada obligación de conocer a Dios y, por lo tanto, de tener un conocimiento básico de la teología bíblica. El segundo significado del vocablo teología es sencillamente “doctrina”. El sustantivo doctrina significa enseñanza. Mateo 7: 28 -29 dice que “cuando terminó Jesús estas palabras (el sermón del monte), la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quién tiene autoridad, y no como los escribas “. La escritura dice que los primeros creyentes “perseveraban en la doctrina (la teología) de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones (Hechos 2: 42).
Cuando alguien dice: “no me interesa la teología, sólo me interesa estudiar y enseñar lo que dice la Biblia” o “yo solo creo en la inspiración de la Biblia”. Aunque no se dé cuenta, esa persona está afirmando una verdad teológica muy importante. Todo aquel que afirma y enseña la autoridad y la inspiración de la Biblia, cree y enseña teología. Está enseñando el área que se llama Bibliología. Quien enseña que el hombre es pecador y que necesita ser salvo está enseñando una verdad teológica muy importante. Está enseñando la teología o doctrina del pecado y la doctrina o teología de la salvación. Todo aquel que enseña o cree en la segunda venida de Cristo a la tierra está proclamando una verdad teológica que se llama Escatología o doctrina de las últimas cosas.
Conclusión
Si alguien piensa que la Teología es sólo para una oligarquía de iluminados está cometiendo un serio error. En un sentido general, la teología, es decir, la doctrina es para todo cristiano. Todo cristiano debe saber quién y cómo es Dios. Debe saber que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Debe saber que ÉL es santo, justo, eterno, todopoderoso, creador de cielos y tierra.
Todo cristiano debe saber que la Biblia es la Palabra de Dios inerrante, infalible y con autoridad divina. Debe saber que el hombre es pecador y que sólo hay salvación para él mediante la muerte y la resurrección de Cristo. Todo cristiano debe saber que hay una eternidad de vida para los que ponen su fe en Cristo y otra de condenación para los que rechazan creer en Él. Todo cristiano debe saber que Cristo regresará a la tierra por segunda vez para reinar con justicia, santidad y manifestar la gloria de Dios universalmente.
Todo cristiano que lea su Biblia y la proclame debe compenetrarse hasta donde le sea posible con los temas doctrinales de la Palabra de Dios. Debe comenzar con el estudio de Dios y de Su Santa Palabra. Debe continuar con el estudio de La Persona de Cristo, la salvación, el pecado, la iglesia, la segunda venida de Cristo, el Reino Mesiánico y el estado eterno. Hay muchos otros temas teológicos que todo cristiano debe saber y proclamar. Es importante, pues, entender que la teología no es el monopolio de unos pocos selectos iluminados, sino que es un campo que debe ser trillado por todo cristiano.