¿Cuándo fue la última vez que escuchaste alguna predicación sobre el libro de Abdías? Lo más probable es que, como yo, muy pocas veces hayas escuchado nombrar ese libro; quizás en un concurso de Biblia donde la pregunta tenía que ver con el libro más corto del Antiguo Testamento. Abdías es un libro olvidado en nuestras iglesias.

No fue hasta hace unos años atrás, predicando los profetas menores, que tuve la oportunidad de estudiar este libro y fue de gran bendición para mi vida.

Cuando comencé a estudiar Abdías, quería hacer un estudio serio, exegético y pormenorizado de este libro profético; sinceramente, pensé que iba a predicar estos 21 versículos en tan solo dos semanas. Pero mientras más lo estudiaba en su contexto, más largo se hacía el estudio, y finalmente, terminé predicando Abdías en una serie de 12 semanas a nuestra congregación los domingos por la tarde.

Este libro se puede predicar en un solo mensaje o en doce. Pero, la pregunta es, ¿por qué? ¿por qué predicar un libro que a primera vista parece desfasado y totalmente fuera de moda? 2 Timoteo 3:16-17, nos dice que “Toda Escritura es inspirada por Dios y es útil”. Pero ¿Cómo puede un libro de un capitulo escrito en un tiempo determinado ser útil y presentar al hombre de Dios equipado para toda buena obra? ¿Por que estudiar y predicar el libro de Abdías? Este libro es tan importante hoy como lo fue en el tiempo en el que fue escrito. Porque, igual que entonces, vivimos en un mundo inmoral, un mundo donde la injusticia es el pan de cada día. Y eso es exactamente lo que estaba pasando en el tiempo de Abdías.

El oráculo de Abdías ocurre justo después de que el pueblo de Judá fuese llevado al cautiverio por los Babilonios. Israel, el reino del norte, había sido trasladado a Asiria, y más de 100 años después, Dios juzga a Judá, el reino del sur. Judá está siendo llevada al cautiverio, pero Edom no hace nada para ayudar a Israel. No solamente no hace nada, sino que aprovechan la situación y ellos mismos saquean y aniquilan a una parte importante del pueblo de Judá. Los edomitas eran los hijos de Esaú, el hermano mellizo de Jacob. Y siguiendo con esta rivalidad entre los padres, sus hijos, nietos, y descendientes, mil años más tarde habían utilizado cada oportunidad en el camino para vengarse de ellos.

En medio del sufrimiento de Judá, Dios habla a través de su siervo Abdías, y comunica un mensaje que trae consuelo y animo a su pueblo:

  • Por un lado, Dios habla del juicio sobre Edom (1-15). En estos versículos hay tres anuncios de juicio contra Edom por su jactancia, pasividad cuando Jerusalén fue atacado y al mismo tiempo su agresividad contra las otras ciudades judías.
  • Por otro lado, Dios habla del juicio sobre todas las otras naciones. (16-21) Un juicio al que llama el Día de Yahveh. Aquí Dios anuncia el juicio venidero a aquellas naciones que se van a oponer a su reino terrenal. Pero, finalmente, Dios iba a prevalecer, unir a su pueblo bajo Su reino sempiterno.

En cada una de las 12 semanas, traté de enfatizar 3 lecciones que el libro de Abdías nos da a voces:

  1. Dios es Soberano

Dios es soberano sobre todas las naciones. Sí, Dios es soberano sobre el sufrimiento de Israel, sobre su cautiverio, sobre la inacción de Edom, y hasta su severidad con Israel. Nada se escapa de la mano de Dios y este libro lo repite constantemente. Los reyes de este mundo quizás puedan decir, hacer, y deshacer, pero Dios es soberano sobre cada decisión y nada le sorprende, sino que Él utiliza todo lo que sucede para hacer su voluntad. El creyente puede confiar en la soberanía de Dios, confiar en que su sufrimiento es parte de la soberanía de Dios. Y esto nos hace confiar en Él.

  1. Dios es Fiel

Dios demuestra su fidelidad a Israel en este libro. Dios esta siendo fiel a una promesa a Abraham que había hecho hacía más de mil años atrás, donde le dijo que iba a bendecir aquellos que le bendigan y aquellos que le maldigan, Dios iba a maldecir (Gen. 12:1-3). Y aunque Israel había sido infiel, aunque ellos habían ido tras otros dioses, Dios permanece fiel porque Él es fiel a su carácter. Y esa misma fidelidad de Dios es la que trae consuelo al creyente. Porque sabemos que Dios es un Dios fiel y como dice Pablo, “no puede negarse a sí mismo” (2 Tim. 2:13).  Y esto nos hace confiar en Él.

  1. Dios es Juez

Dios es el juez del universo. Una y otra vez en este breve libro, Dios aparece como el juez de Edom por sus acciones contra Judá. Pero Dios es también el juez de todas las naciones que se iban a oponer a su reino. Dios dice que les iba a juzgar y destruir.

El libro de Abdías nos da esperanza en un mundo injusto, porque nos dice que cada mal será corregido. Este libro nos grita desde el antiguo testamento que cada injusticia será vindicada.

Vivimos en un mundo injusto y, a pesar de ello, podemos confiar en la justicia de Dios, porque cada injusticia será vindicada. Y esto nos hace confiar en Él.

Conclusión

¿Por qué estudiar el libro de Abdías? ¿Por qué leerlo y releerlo? En medio de la injusticia de este mundo, este libro nos anima a confiar en el Dios Soberano, que es fiel y juzgará con equidad. Esto nos apunta a una realidad futura, a un tiempo donde Cristo vendrá a reinar y restablecerá su nombre. Un tiempo donde toda injusticia será vindicada bajo su reinado. El libro de Abdías apunta a una futura restitución cuando Cristo reine perfectamente y los reinos de este mundo sean juzgados. Y entonces, como acaba diciendo este libro en su último versículo (v. 21), “el reino será del SEÑOR.”

Gustavo Pidal

Autor Gustavo Pidal

Fue decano de estudiantes del Seminario Berea durante más de una década. En la actualidad sirve como pastor en la Iglesia Faith Bible Church (California, Estados Unidos)

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